En el otoño de 2015, nuestro cofundador Keld llegaba tarde al partido de fútbol de su hijo. Cuando por fin llegó al campo, su hijo ya había marcado un gol. A Keld no le hizo gracia perderse ese gran momento y se preguntó: «¿Por qué no se graban todos los partidos de fútbol? Los clubes profesionales y las escuelas de élite sí que lo hacen. Con tanta nueva tecnología que tanto mejoran las cámaras de nuestros móviles y las cámaras de acción, ¿por qué no se pueden grabar todos los partidos de manera simple y económica? ¿Desde los partidos de la Champions League hasta los partidillos del domingo? Esa tarde, nació la idea de Veo.