Thibaut Loubier: El celador de hospital que unió a una comunidad a través del People's Puskas
Frederik Hvillum

Con una sublime vaselina, Thibaut Loubier, que trabaja como celador en el hospital local, quedó segundo en la votación del People's Puskas, a solo unos pocos votos de la victoria.
Cuando Loubier golpeó el balón ese día, ya había calculado su oportunidad. El portero estaba lejos de su línea, y desde su posición, Loubier sabía que un tiro alto hacia la esquina opuesta podría superarlo. Lo que siguió fue un momento de pura magia futbolística que capturaría la imaginación de miles de personas.
"Lo que más me gusta del gol es, ante todo, la jugada, pero con el tiro en sí, es que el balón sube muy alto y luego desciende nuevamente muy rápido", recuerda el jugador de Etoile Sportive Trouy. "Cuando lo vi entrar, pensé que era un gol fantástico, y estaba aún más feliz porque fue en un partido de copa contra un equipo de nivel nacional."
El sublime acabado con vaselina de Loubier le aseguró el segundo puesto en el People's Puskas de este año, donde fue superado por solo un puñado de votos en un final increíblemente reñido. Sin embargo, el impacto de su nominación se extendió mucho más allá del campo de fútbol. En su día a día, Loubier trabaja como celador en el hospital local, donde su gol de repente se convirtió en el tema de conversación en los pasillos.
"El People's Puskas se convirtió en el centro de muchas discusiones, especialmente en el trabajo con personas con las que no necesariamente hablaba antes", comparte. "A pesar de quedar como subcampeón, todos dicen que fue un viaje excepcional y que debería estar orgulloso de ello."
Una comunidad unida
Lo que hace especialmente singular la historia de Loubier es cómo galvanizó a toda una comunidad. Cuando su gol fue nominado, los seguidores locales lanzaron su propia campaña de base, completa con códigos QR dirigiendo a la gente a la página de votación.
"He recibido un enorme apoyo de emisoras de radio en mi región, periódicos, clubes circundantes, mi club, jugadores profesionales de mi área y mi lugar de trabajo", explica Loubier con evidente orgullo. "Haber reunido a tanta gente en esta aventura es una enorme fuente de orgullo para mí."
La campaña evolucionó a un movimiento regional, con personas que nunca habían conocido a Loubier uniéndose tras su héroe local. Personal del hospital, aficionados al fútbol y miembros de la comunidad unieron fuerzas para apoyar al celador con el toque de oro. Incluso obtuvo apoyo del ex jugador del Marsella y Aston Villa y actual jugador del Niza Morgan Sanson, su compañero de equipo Baptiste Santamaria, la jugadora de la selección francesa Charlotte Bilbault, y numerosos influencers que compartieron su gol y animaron a sus seguidores a votar.
Más que solo fútbol
Para Loubier, la experiencia trascendió el fútbol. Si bien su vida cotidiana no ha cambiado fundamentalmente, las conexiones que ha creado y el orgullo que ha traído a su comunidad han creado recuerdos duraderos.
"No diría que ha cambiado mi juego o mi confianza, es especialmente un enorme orgullo", reflexiona. El reconocimiento no lo transformó en un jugador diferente, sino que más bien validó la inteligencia futbolística instintiva que siempre estuvo allí.

Cuando se le pregunta qué consejo daría a otros que esperan marcar goles similares, la respuesta de Loubier es refrescantemente simple: "Para marcar goles como este, hay que atreverse y aprovechar la oportunidad cuando surge."
El poder del fútbol de base
La historia de Loubier ejemplifica cómo la tecnología está democratizando el reconocimiento en el fútbol. Un celador de hospital jugando en una liga local ahora puede tener su momento de brillantez capturado, compartido y celebrado junto a goles de los estadios más grandes del mundo.
"La experiencia del People's Puskas ha sido enorme, su organización increíble, y su comunicación igualmente", dice Loubier con gratitud. "Espero participar nuevamente algún día, y les agradezco mucho por esta experiencia, que permanecerá inolvidable."
A medida que el fútbol continúa evolucionando con la tecnología, más momentos mágicos como el de Loubier serán preservados en lugar de perderse en la memoria. Su historia nos recuerda que la belleza del fútbol no discrimina por nivel o ubicación – puede surgir en cualquier lugar donde se juegue el juego con pasión.
"Les deseo todo lo mejor para el futuro", concluye Loubier, "y hasta pronto, espero, con otro hermoso gol."