En 2017, el Lewes FC se convirtió en el primer club del mundo en comenzar a tratar a las jugadoras igual que a los jugadores. Karen Dobres, embajadora del Lewes FC, analiza la transformación del club y el futuro del fútbol femenino.

Anteriormente, el Lewes FC era un club masculino de propiedad privada que prosperaba y entretenía a su audiencia. En 2009, se unió un equipo femenino en medio de la crisis financiera mundial que amenazaba con la quiebra.

Con una jugada estratégica, seis aficionados dedicados adquirieron el club por la suma simbólica de una libra y así pasaron a un modelo de propiedad basado en la comunidad. El foco pasó de las ganancias privadas al valor de la comunidad. Este nuevo plan priorizó la comunidad y los beneficios del fútbol local, lo cual resonó globalmente con los propietarios de todo el mundo. Este cambio transformó el propósito del Lewes FC, fomentando vínculos entre los ámbitos locales y globales.

En 2017, los directivos del club plantearon una pregunta importante: ¿Por qué debería el equipo masculino recibir un presupuesto mayor que el equipo femenino? Al observar el encomiable desempeño del equipo femenino y reconocer su necesidad de contar con recursos adecuados, se tomó una decisión importante.

La dirección adoptó un enfoque comercial calculado al optar por asignar los mismos fondos al equipo masculino y el femenino.

“En este campo, somos radicales y revolucionarios por accidente, y ha sido un desafío. No cabe duda. Definitivamente hay gente que dice que a las mujeres no se les debe pagar lo mismo que a los hombres”, relata Karen Dobres, embajadora del Lewes FC.

Esta táctica supuso una estrategia innovadora que posicionó al Lewes FC como club pionero en este ámbito a escala mundial. La decisión del club de alcanzar la paridad presupuestaria marcó un punto de inflexión que atrajo la atención de los medios internacionales. Los titulares generados llamaron la atención de otros propietarios y patrocinadores potenciales.

Karen Dobres reflexiona sobre la pionera campaña del club, Equality FC (Igualdad FC), que desafió a los críticos que afirmaban que el fútbol femenino no despertaba el mismo interés que el masculino.

“Lo que vimos es que, después de dos temporadas de Equality FC, estábamos rebatiendo a los críticos que decían que el fútbol femenino no es tan interesante como el masculino”, enfatiza.

La campaña no solo rompió con los estereotipos, sino que también posicionó al Lewes FC como pionero en la inversión en el fútbol femenino.

Otro tema fundamental que plantea Dobres es la escasez de derechos de transmisión para el fútbol femenino. Señala una realidad preocupante: "Es un hecho que en 50 años, mientras el fútbol femenino estuvo prohibido en este país, los derechos de transmisión favorecían predominantemente al deporte masculino, perpetuando su monopolio. Y eso no ha cambiado realmente". Esto pone de relieve la necesidad apremiante de obtener una cobertura mediática equitativa para llevar el fútbol femenino a un escenario más amplio.

Dobres concluye con un apasionado llamado a la acción. "Mi vida ha cambiado y estoy luchando por la igualdad de género en el fútbol", declara.

Ella lo ha dicho alto y claro: conviértete en propietario, en interlocutor del movimiento por la igualdad de trato y oportunidades en el fútbol. Es un llamamiento por la propiedad colectiva y una campaña firme por un futuro en el que la igualdad de género sea un aspecto fundamental del deporte que todos adoramos.